Hola muy buenas, hoy en especial quería dedicar la crónica a uno de los miembros más significativos del grupo y que por diversas causas no pudo completar la ruta, y es que no hay gloria sin sufrimiento, la épica se escribe desde abajo y se culmina en el punto más alto, grandes héroes cayeron, Héctor, Leónidas, Espartaco, Jesulín y otros regresaron del ostracismo para mayor gloria de la historia como el Cid o Camilo Sesto y estoy seguro de que este es de los que van a regresar pues no tendría sentido lo contrario.
Pues bien, todo comenzó a forjarse a principios de semana, un solo mail bastó para convencer a Boni para venirse con Meli y conmigo a subir al Valdecebollas. La idea era subir a su cumbre y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid acercarnos hasta la fuente del cobre (o coble) para ver el nacimiento de tan magnánimo torrente fluvial. La duda era si salir desde Brañosera o Santa María de Redondo, el hecho de que el puerto de piedrasluengas sea el primero que se corta en España por temporal de nieve hizo que nos decidiéramos por la primera opción.
El sábado a primera hora ya estaba esperando con el coche a Boni y a Dani, que se había apuntado a última hora fruto de un mono montañero bastante acusado. Todo eran buenas expectativas, buen tiempo, buena hora, buena gente, muchas ganas… pero está claro que ese día las musas no estaban con nosotros, en una alarmante y desconocido para nosotros “falta de previsión” no habíamos contado con que la carretera de acceso al refugio El Golobar e inicio de nuestra ruta se encontrara cortada por nieve, pues bien, así fue. No nos habíamos bajado del coche y ya teníamos un retraso de 4 horas respecto a la ruta inicial, la firma que acompaña a todas nuestras rutas había hecho acto de presencia.
Justo en el desvío al refugio la carretera ya estaba cortada
Ruta que grabó el gps
No eran ya los 6 km. que nos separaban del inicio si no el penoso estado de la nieve lo que hizo que llegáramos con un calentón considerable al refugio, 2 horas tardamos en recorrer la distancia mientras jurábamos y nos acordábamos de los familiares de varios santos.
La nive tenía una altura considerable, y bastante blanda.
Cuando llegamos al Golobar Boni ya no podía más y decidió reservar las fuerzas que le quedaban para la vuelta, antes del regreso y en un extraordinario gesto de ánimo nos alentó al resto a continuar con la ruta.
Tardamos 2 h. en llegar al refugio.
Boni se queda en el campo base.
El Nº 2 era el bus que llevaba a Brañosera, al final no llegó.
Abandonándolo a su suerte Meli, Dani y yo seguimos con dirección al collado Sestil, la idea de ir hasta cueva del cobre se había evaporado ya hacía tiempo. Al coger altura la nieve parecía que se iba endureciendo y hacía más llevadera la marcha, pero la cansancio que traíamos de atrás nos hacía parar de vez en cuando para recuperar el resuello.
Subida al Collado Sestil
Meli llegando al Collado
Una vez alcanzado el collado las vistas de Picos de Europa son espectaculares, me atrevo a localizar Torre Santa, Peña Vieja, Horcados Rojos… etc. Ahora ya solo queda seguir la cuerda hasta el vértice del Valdecebollas dejando a la izquierda la cumbre de canalejas.
Una de las mejores vistas de Picos de Europa
De travesía hacia la cumbre del Valdecebollas
La cima la ganamos sin esfuerzo, no sin antes pararnos a comer unos chocolates y para esperar a Meli, también le estaba pasando factura el tute hasta el refugio.
En la cumbre los tres disfrutamos de nuevo de las vistas de esta cumbre, a un lado la montaña Palentina presidida por el honorable Espigüete, al otro la sierra de Hijar y de frente SSMM los Picos de Europa, al sur la meseta cárstica de las tuerces se distingue entre la bruma.
De vuelta y a la altura del collado Sestil vimos una pala de nieve que tenía puesto mi nombre y como había sacado a pasear el piolet pues entretuve a mis acompañantes con un espectáculo de autodetenciones en nieve. Una vez acabado el show llegamos al refugio donde dimos habida cuenta de la última reserva de agua que nos quedaba.
La nieve estaba ya bastante más pisada y la vuelta hasta el coche se hizo mucho más rápida, casi en la mitad de tiempo, antes de llegar Boni contactó con nosotros tal cual Sebastián Álvaro contacta con la expedición para avisarnos de que tenía que haber movido el coche debido a que la quitanieves estaba cortando la carretera.
"Antes que el esfuerzo, las rocas y el viento, la amistad es el componente esencial en la montaña". Geyson Millar
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