jueves, 1 de diciembre de 2011

Pico del Nevero

Ya he comentado en anteriores ocasiones que últimamente no estamos para mucho riesgo, pero bueno, aprovechando el solillo, los últimos días del año, y que el nuevo gobierno todavía no ha prohibido pasear por el monte pues decidimos dar un paseito bucólico y pastoril por la campiña segoviana, esta vez solos Meli y yo, pues la agenda del resto del grupo parece la de el presidente del FMI.

Como no conocíamos la zona, tampoco queríamos madrugar demasiado y los días son cortitos pues fuimos a probar la zona del puerto de Navafría, más concretamente el Pico del Nevero, y aunque su nombre evoque la blanca y fría sustancia que cubre las montañas a estas alturas del año estaba más pelado que las cabezas de mortadelo y filemón.

Salimos de casa con una niebla que hasta pesaba, lo justo para mi gran sentido de la orientación, llegando ya a Segovia y como la niebla no remitía buscábamos alternativas de zonas más conocidas, si no pudiera ser nos tendríamos que dedicar al sufrido arte de la tapa y caña. No fue así, y pasando Segovia el sol era espectacular.

Subimos con el coche hasta lo alto del puerto de Navafría y allí mismo comenzamos la ruta no sin antes preguntar para asegurarnos más o menos por donde íbamos.
La ruta no es para nada dura, y de las dos opciones elegimos (equivocadamente) la menos dura todavía. Atravesando el pinar por una pista de esquí de fondo llegas a un mirador en el que puedes ver todo el pinar de Navafría y a lo lejos la sierra de Ayllón con el conocido por nosotros Pico del Lobo como cumbre más alta.

A unos escasos 100-200 mts. a mano derecha sale una trocha no muy reventona,…pa’rriba, sin problemas, la verdad es que la subida se hace muy tendidita, a lo mejor demasiado, las piernas apenas llegan a tirar pero el paisaje y el paseo es muy chulo.

Saliendo ya del pinar y casi llegando a la zona de la cumbre, que apenas es tal, vemos viendo todas las trincheras, fortificaciones que se montaron allí durante la guerra civil, la verdad es que las sensaciones son un poco extrañas viendo todo lo que suponemos que fue aquello y ver en las condiciones en las que vivieron miles de personas hace tan solo 75 años, supongo que el frío el hambre mataron a más personas que las propias balas.

 Nidos y parapetos de ametralladora







Con sentimientos tan encontrados llegamos ya a lo que es la cima, el típico vértice geodésico en este caso caído y foto de rigor.
La cuerda larga se ve de maravilla y se adivina la cuerda que va desde los montes carpetanos a Peñalara…mmmm….buena carrera.

Vértice geodésico Pico del Nevero, al fondo la cuerda que lleva a Peñalara.

Como habíamos subido por el lado fácil decidimos bajar por el lado “chungo” a través de un cortafuegos que separa las provincias de Madrid y Segovia, la cuesta es bastante pronunciada y si bien no cuesta mucho subir por la pista de esquí imagino que subir por este amago de cortafuegos es un calentón importante.

Para las cañas y como solo estábamos dos pues tampoco hubo mucho problema, nos bajamos a Lozoya para conocer la vertiente madrileña y nos obsequiamos con una ración de bravas, que en mayor o menor medida supongo que nos habíamos ganado.

Cañitas y tapas.

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