Pues si, ya vamos acabando el año y como prometíamos en la anterior entrada dejamos una última rutilla para los días de navidad, esta vez como tampoco teníamos mucho tiempo y aún no han llegado las nieves nos acercamos a Cabeza Lijar (o como seguir los restos de la guerra civil por el sistema central).
En esta ocasión Dani (Rubio), Meli y un servidor fuimos los expedicionarios a los que tanto admirais, con tranquilidad y aplomo salimos desde Laguna Augusta a las 9,00 de la mañana, la ruta tampoco daba mucho de si (nosotros tampoco solemos) pero bueno, un buen día de monte siempre es un buen motivo para levantarte de la cama aunque sea en vacaciones.
La idea era subir desde el alto del León hasta el cerro de Cabeza Lijar siguiendo los restos que quedan por la zona de la guerra civil.
Un poco de historia:
En julio del 36 se dió la orden de atacar las posiciones nacionales ocupadas en Somosierra, registrándose duros combates en el alto del León y recrudeciéndose estos pocos días después en las localidades de El Espinar, donde se incendia el ayuntamiento, y Villacastin, los milicianos socialistas entran por San Rafael y ocupan Cabeza Lijar desde donde pretenden atacar las posiciones nacionales del Alto del León, el bando nacional acaba tomando el cerro el 16/09/36. Toda la zona está presidida por un cruz de 150 mts. de altura donde dicen que está enterrado un tal Paco que al parecer, entre otras cosas, inauguraba pantanos y pescaba salmones.
Pues bien, sobre las 11,00 de la mañana nos pusimos a andar, como suele ser costumbre escuchando los gruñidos, quejidos e improperios durante los primeros 10 minutos de Melisa, ella dice que como las bicicletas, la montaña es para el verano, luego se la pasa y se ve que disfruta.
A lo que voy, la ruta se inicia justo detrás del restaurante del Alto del León en dirección al albergue de Peregrinos a través de una pista forestal, a la derecha dejamos un..... bueno, no se muy bien como definirlo, la cosa es que hay un edificio militar lleno de cámaras y alambradas, yo creo que es donde llevaron a Elliot y a E.T cuando el gobierno les descubrió.
Naturaleza en estado puro.
En todo momento la ruta está señalada con marcas de color verde y se desvía a la derecha de la pista adentrándose en un bonito bosque de pino albar buscando la frontera que delimita la provincia de Segovia con la de Madrid. En la cima del Cerro Piñonero (o de la Gamonosa) y girando en dirección sur vemos un antiguo refugio militar muy bien conservado, actualmente se usa de observatorio de aves.
Desde aquí vemos a lo lejos el famoso bunker, ahora convertido en mirador, para llegar a él es sencillo, solo hay que seguir la senda que serpentea entre provincias mientras que, a izquierda y a derecha se ven nidos de ametralladora y casamatas.
Desde aquí vemos a lo lejos el famoso bunker, ahora convertido en mirador, para llegar a él es sencillo, solo hay que seguir la senda que serpentea entre provincias mientras que, a izquierda y a derecha se ven nidos de ametralladora y casamatas.
Al fondo 7 Picos y la Maliciosa
Restos de puesto de ametralladora
Llegamos a la cumbre (1.823 mts) y con nuestra indudable forma física intacta, viendo que la ruta se nos ha hecho corta decidimos seguir adelante hasta el Cerro de la Salamanca, donde está situado el refugio con el mismo nombre (actualmente en ruinas), no sin antes pararnos a ver a lo lejos la pedriza presidida por El Yelmo, la cara sur de la Mujer Muerta, la Maliciosa, Bola y por encima Peñalara... a lo lejos Gredos y la silueta del Almanzor.
Cima y bunker de Cabeza Lijar
Vistas a la Sierra de Guadarrama, con su Cuerda Larga, Peñalara y Pedriza.
En la cumbre de Cabeza Lijar está el padre de todos los búnkers, bajo el mismo está habilitado un refugio relativamente bien cuidado, tiradas las fotos de rigor seguimos por el GR10 en dirección a Peregrinos a través de la cresta de los montes de Malagón. En el Collado entre los dos cerros cruza la pista forestal de la mina, al parecer la zona es rica en wolframio, durante la IIª guerra mundial el tito alemán Adolfo usaba estos recursos naturales para endurecer el blindaje de la munición y como bien es sabido que teníamos deudas con los alemanes...(a qué me suena esto).
Con nuestra pericia habitual para seguir las sendas llegamos al cerro donde encontramos un socaire donde dar rienda suelta a nuestra gula (se ve que no hemos tenído suficiente estas fechas), sol...compañía....montaña.....incluso una fina capa blanca de nieve, de nuevo nos falta esa botella de vino. Tanto para llegar a la cumbre como para bajar de ellas hay que hacerlo con cuidadín pues hay que moverse por bloques de granito y el hielo tiene una cosa, que resbala, para los cubatas bien pero para andar pues es otra cosa.
Más restos de trincheras en el Cerro de la Samanaca
Refugio de la Salamanca, ahora en ruinas.
Yepaaaaa!!!!!!!!!
Otro nido de ametralladoras
La cosa es que tras un buen rato pues ya solo nos queda la vuelta, que la hacemos prácticamente por donde habíamos hecho la ída, solo al llegar al Collado de la Gasca cogemos la pista de la mina para llegar hasta el Alto del León, esta vez la ruta nos ha sabido a poco y aunque ya lo sabíamos no dejamos de hablar de donde podemos ir allá por febrero o marzo, ¿Pirineos?, ¿Picos?.....mmmmmm....picooossssss.
Y así llegamos de nuevo al coche, al que antes de subirnos ni que decir tienen que tuvimos a bien disfrutar de las típicas cervecillas para acabar bien este prolífico año montañero 2012.