domingo, 14 de octubre de 2012

Circular Pedriza con subida al Yelmo (13/10/12)

Dos meses habían pasado desde la última vez que me había puesto las botas para patear el monte, entre las fiestas de septiembre, la rehabilitación de las rodillas y las cervezas de verano habían echado a perder la poca forma que tenía, total, que un buen paseo por la Pedriza se antojaba ideal para volver ir cogiendo fondo, ¡¡volvemos a la montaña!!.





Ruta en google earth




 Ruta en google earth, pero desde otro sitio

Perfil 

Ya comienza a ser habitual eso de madrugar, así que lo de levantarse a las 6,30 tampoco fue lo más duro, eso nos permitió estar antes de las 9,00 en el aparcamiento del Tranco en Manzanares el Real y poder ocupar uno de los dos últimos sitios que quedaban libres, bien, no tendríamos que dar vueltas. 

Después de ponernos guapos, botas, forros y achiperres varios subimos en busca del Yelmo siguiendo las marcas PR a través de las serradillas. El sendero se hace muy disfrutón y sin darte cuenta vas cogiendo mucha altura dejando el pueblo y el embalse ya lejos.


Amanece en la Pedriza

Meli se pierde entre la jara

La Pedriza es uno de los sitios donde la gente suele perderse fácilmente, hay multitud de piedras con extrañas formas, aquí el género másculino suele ser más ocurrente con estas, aunque el sendero está marcado con las señales blancas y amarillas la cantidad de sendas pueden dar lugar a pérdida. 

Entre unas cosas y otras llegamos por fin a la altura del Yelmo, un pedrolo de 150 mts. sobre la base sur y 90 sobre la norte que es el paraíso de los escaladores por la cantidad de vías de todas las dificultades.
Nosotros paramos a comer algo, nos damos crema y aprovechamos que por ahí pasan unos senderistas para preguntarles por donde atacar semejante piedra. 
Nos indican que sigamos una senda que sale de nuestro PR y que se dirije a la base del Yelmo, partimos raudos tras ellos y como suele ser costumbre en menos de 2 minutos ya les habíamos perdido fruto de nuestra incapacidad para seguir una senda.

Aprovecho entonces para subir a un alto y buscar un sitio donde atacar la cima, buf!...dificilísimo, aunque veo una grieta accesible tengo miedo de quedar enriscado y montar un número así que decidimos volver sobre nuestros pasos y ver si encontramos otro acceso más sencillo.



A la izquierda, El Yelmo.




Viendo a ver por donde se puede hincar el diente al Yelmo




Por la cara este

Este tenía claro por donde hay que subir




Seguimos por nuestra senda bordeando al Yelmo por su cara sur hasta llegar a la pradera que hay en la base, alli vemos una excursión que sube dirección norte, por ahí debe de ser, así que nada, decidimos seguir y ¡bingo!, por fin vemos la estrecha chimenea que da acceso a la cumbre para los pisaprados como yo.
 

El acceso no tiene apenas dificultad, calculo que puede ser de grado II y aunque hay muy pocas presas no presenta mayor dificultad que la de caber por la estrecha grieta no apta para barrigas cerveceras, apenas tiene patio por lo que la sensación de seguridad es alta.
Así que tras dejar las mochilas a buen recaudo (imposible pasar con ella puesta) nos metemos en la chimenea. Digamos que tiene dos tramos, el paso más "complicado" es pasar del primer al segundo de estos tramos, al no haber presas la única forma de ascender es haciendo fuerza con la espalda y las piernas en la estrecha oquedad.
Una vez salvada esta grieta ya solamente queda recorrer unos metros hasta la cima donde hay colgadas una banderas de oración nepalíes del propio hito. 



Chimenea que da acceso a la cumbre




Posando




Otro robado más




La grieta se estrecha hasta el punto que no me caben ni los pies




¡¡Cima!!


Descendido el Yelmo ya solo quedaba seguir el camino para completar la circular, aunque relamente aún quedaba más de la mitad de ella, pero ya en descenso. 

Sin problema, descendemos por la senda de maeso hasta el aparcamiento de canto cochino. Por este otro lado la Pedriza tiene bastante más afluencia y eso se nota al final solo con ver la cantidad de gente que ronda por estos lares. 


Más formas en la pedriza




 Ya de vuelta buscando Cantoco




Una vez en Cantoco y para no perder la costumbre habitual de nuevo cometimos una grotescada y nos despistamos, siguiendo la carretera en lugar de la senda que lleva de cantoco al Tranco, donde teníamos el coche, bendito gps, menos mal que lo miramos a tiempo, y como el hombre es animal de costumbre antes de quitarnos las botas brindamos  con las correspondientes mahous.




Las cañas son sagradas, no hay dieta que lo impida.


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