Pues de nuevo estamos aquí para detallar otra aventura del sin par equipo alpino, esta vez aprovechando que el 1 de mayo era fiesta y las lluvias primaverales nos daban una pequeña tregua aprovechamos para hacer una escapada relámpago a Guadarrama y disfrutar de la nieve que no hemos visto en invierno, como el equipo andaba desperdigado aprovechando en mayor o menor medida el puente, solamente fuimos Meli (a la que engañé vilmente) y yo.
Buscábamos algo fácil para aprovechar la nieve y ya de paso para que Melisa tuviera un primer contacto con ese maravilloso mundo que es el del crampón y el piolet, en un primer momento pensamos acercarnos a la zona del Zabala a hacer autodetenciones y tal, pero pensando cómo podría estar la zona de madrileños en el puente pues al final nos decidimos por buscar algo más tranquilo, me acordé entonces que tenía pendiente subir a la Pinareja, que es la cabeza del cordal de la mujer muerta, así que sin más nos plantamos poco después de las 9,00 de la mañana en el aparcamiento de las dehesas de Cercedilla para subir por la calzada, que ahora descubro que no es románica si no borbónica (la romana va en paralelo a esta y se encuentra casi toda desaparecida), ¡¡una calzada borbónica!!, y con todo lo que le está cayendo a la corona últimamente que parece una serie de humor de T5.
Montón de Trigo, me encanta esta montaña
Calzada...¡¡con nieve!!....buscad el repor del montón de trigo en diciembre para comparar.
En fin, que entre chistes y chascarrillos propios acerca de la monarquía nos pusimos en 45’ en el puerto de la Fuenfría, que haciendo honor a su sufijo hay que ver como venía el aire, fresco, fresquito, como para curar embutido. Una vez en el puerto (antiguo paso antes de que se abriera Navacerrada) hay que girar a la izquierda y coger el sendero que sube al Cerro Minguete, hay la opción también de ir en travesía dejando ese a la izquierda, pero así tiene más épica.
Subiendo al Cerro Minguete
La Niebla bajaba y subía a su antojo
Una vez alcanzada la cima el panorama era desolador, no es que fuera un día estupendo pero ahora ya no se veía nada, ni siquiera el montón de trigo, que es el faro que uso para orientarme, la niebla había bajado de repente y no me veía ni la mano, menos mal que más o menos la zona me suena y llevo gps que es un puntazo.
Ahora toca bajar el cerro y seguir el PR que rodea el montón de trigo entre el bosque y la nieve, la orientación de esta montaña hace que esta se acumule en la falda y de nuevo, al igual que toda la temporada de nuevo hasta las ingles.
Solo muy de vez en cuando la niebla abría para dejarnos a hacer fotos.
El sol estaba saliendo, se escondía, bajaba la niebla, despejaba, y entre todas esos caprichos nosotros a lo nuestro hasta que alcanzamos el collado de Tirobarra que es el que da acceso a todo el cordal de la mujer muerta, ahora ya la niebla bajó para no irse pero como había buena huella pues sin problema. La nieve estaba demasiado blanda y no era plan de hacer pruebas con los crampones así que nada, a subir la última pala hasta la Pinareja, entre tanto nos adelantó una pareja con raquetas que se dirigían hasta “el oso” lo que es el pecho de la mujer muerta vista siempre desde el lado segoviano.
Entre tanto el tiempo se va poniendo cada vez más chungo, paramos para ver si seguimos o nos damos la vuelta pues no se veía absolutamente nada, en esto que nos encontramos los de las raquetas, habían decidido darse la vuelta, les preguntamos y solo nos faltaban unos 10 metros (es que en realidad no se veía absolutamente nada), así que nada, ya que estábamos ahí pues al ataque, en 5’ habíamos llegado a la cima, tuvimos la suerte de que justo arriba abrió un poco, lo suficiente para sacar 2 fotos y abrir una chocolatina que curiosamente se había congelado, hacía tal frío que el agua ni se podía beber así que nos abrigamos y pa’abajo echando leches antes de enmarronarse aún más, no fuera a ser que viviéramos una situación grotesca pero de verdad, de las del 112.
Otra foto de enamorados en cumbre, si es que soy un romántico...bufff...¡que frío!
Vistas hacie la Peña del Oso, lo que son las tetas de la mujer muerta
Yo creo que no he pasado tanto frío nunca en la montaña, el día se estaba poniendo tal que incluso comenzaba a nevar (ya casi habíamos sufrido todos los fenómenos meteorológicos), así que ni cuento la velocidad de bajada hasta llegar de nuevo al abrigo del montón de trigo buscando un socaire, ahí ya bajamos un poco el ritmo, nos quitamos algo de abrigo y ya con calma el regreso al coche.
Volviendo ya al abrigo del Montón de Trigo
Abrigadito, que hacía frío.
Hay una cosa que bajo ninguna circunstancia hay que perdonar, y son unas cañas después de una ruta de montaña, en este caso y como debido al frío no pudimos ni pararnos a comer hicimos la “penitencia” de meternos pal’ cuerpo una sartén de huevos rotos con chistorra.
Este es el porqué de nuestras salidas montañeras
Ahora ya solo queda esperar a la jornada gastroalpina del 19 de mayo, dentro de poco estas fechas se incluirán en los calendarios como los sanfermines o san patricio.
Que bonitas fotos. Sobre todo la última.
ResponderEliminarQue rica la grasilla calentita entre pecho y espalda.
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