En aras de seguir cogiendo algo de forma para temas más serios y a la espera de reunir un equipo lo suficientemente numeroso para afrontar expediciones de fin de semana y dar rienda suelta a la variante gastronómica de nuestro club y ya de paso esperar a que Boni termine de curar la perenne tendinitis que le trae por la calle de la amargura, Meli y el que suscribe decidimos acercarnos a conocer la zona de Somosierra para ya dar por concluido el cuadro que conforma el Sistema Central: Gredos, Sierra de Ayllon, Guadarrama y Somosierra.
Esta vez el monte seleccionado fue el Cebollera Vieja, aunque también es llamado "Tres Provincias", pero como de estos últimos ya hay unos cuantos pues nada pues preferimos la primera nomenclatura.
Circular al Pico Cebollera Vieja
La vista en 3D
Aprovechando que está relativamente cerca de casa y como madrugar es una asignatura que aún tenemos para septiembre llegamos al pueblo de Somosierra a eso de las 9,30 que tampoco es tarde para hacer algo que en principio teníamos catalogado como "tranquilo", pero ya sabemos que en tan selecto club la ilógica de nuevo volvía a imperar.
Ahogado en un mar de dudas respecto a que pantalón llevar para no pasar ni frío ni calor, mi mente, ralentizada por las cervezas ingeridas la noche anterior, olvidó en casa precisamente eso, los pantalones, así que no tuve más remedio que afrontar la ruta con las mallas interiores que llevaba en ese momento, falta de previsión que echaría de menos ese mismo día como veremos a continuación.
Pobre...no sabía lo que le esperaba.
Lozana y sonriente cruzando el nacimiento del Río Jarama
Para hacer más entretenida la ruta pensamos hacerla de forma circular, comenzando a subir por la rampa que da acceso a la cascada de agua más grande de la comunidad de Madrid, a estas alturas de año incluso podría haber estado congelada si no fuera por este inusual invierno.
Cascada (cuidense del dominguerismo en esta zona)
A partir de la casada la ruta discurre por una senda bastante reventona pues no existen las típicas zetas para anular el desnivel y lo único que ves son largas rectas de un camino bien marcado por el cual podría circular un tanque, lo que hace que puedas llegar a la cumbre con las manos en los bolsos.
Siguiendo la ruta nos desviamos para buscar justo el límite de las provincias de Madrid y Guadalajara y seguimos ya el cortafuegos que enlazará con la última rampa que nos dará acceso a la cumbre. Desde aquí vemos las sierra de Ayllón y Guadarrama, los montes carpetanos y detrás todo el cordal de la cuerda larga, desde Navacerrada a la Morcuera (ya veremos si cumplimos con nuestro reto 2012).
Buscando ya la salida al cortafuegos
Muy al fondo se distingue Guadarrama, Peñalara y la cuerda larga.
Melisa encarando las últimas rampas del día.
Otro vistazo a la cuerda larga (hay que ir cogiendo referencias).
Una vez visitada la cumbre y tras las fotos de rigor seguimos por el cordal viendo bajo nuestros pies los túneles de Somosierra con su radar tan conocido por nuestro amigo Rober. Comenzamos el descenso por una senda no muy visible y poco hitada pero sin pérdida alguna al tener siempre la visión de la carretera frente a nosotros, en teoría tenemos que aparecer justo encima de la cascada que habíamos visto a primera hora de la mañana, y tanto en teoría como en realidad allí estábamos, pero.... empiornados hasta las orejas, y cuando es hasta las orejas es efectivamente hasta ahí. La senda había desaparecido completamente y solo teníamos de referencia el sonido del agua de la cascada porque ni veíamos.
When a mannnn....loves a womannnnnnn, hay que ver que bonito es el amor.
Una nueva muestra de la realidad.
Monumento al guarda forestal
Fue entonces cuando de verdad comencé a echar de menos mis pantalones pues sin ellos acabé con las piernas como si me hubiera pegado con 20 gatos, que le vamos a hacer, es el sino que tengo en la vida.
Melisa literalmente enpiornada hasta las orejas...¿cómo es posible que quiera seguir saliendo conmigo al monte?, como podéis observar nunca me sigáis en un atajo.
Con todo y eso paramos a degustar los típicos alimentos embutidos en tripa de cerdo antes de llegar al lugar donde habíamos dejado el coche, curiosamente justo enfrente de un bar, donde procedimos a la ingesta de unas cervezas que nos aportaron los antioxidantes y electrolitos dejados en el camino.