Ya vamos acabando el 2013 y mientras apurábamos la copa aprovechamos el sábado otoñal para dar un paseo por la Pedriza y así de paso qe Boni lo conociera, impensable que un alpinista de su categoría nunca hubiera pisado ese paraje granítico situado al noroeste de la capital.
Como tampoco teníamos muy claro que hacer ni ningún objetivo en particular pues aprovechamos para ir familiarizandonos con tan sigular lugar.
En mi haber queda que no he hecho muchas fotos, pero aún así intentaremos compensarlo con una detallada descripción de la ruta.
Como uno es un animal de costubres, y a mi a animal no me gana nadie, dejamos el coche en el aparcamiento de El Tranco, es indiferente a dejarlo en Canto Cochino pero a mi me gusta más este, de hecho la ruta comienza cruzando la presa del Manzanares (recomendable ir a primera hora si no quieren ser engullidos por hordas de senderistas, escaladores y demás fauna montañera en la que se incluye, como no, a los equipados con bocadillo tortilla y Ipod).
Una vez llegados al aparcamiento de Canto Cochino nos dirigimos en dirección al refugio Ginés de los Ríos a través de una bonita y ancha senda que va paralela al río siguiendo señales de GR, justo enfrente del refugio atravesamos el río por un puente de madera y encaramos la subida con dirección al collado de la Dehesilla donde alcanzaremos a ver las dos vertientes de la provinicia de Madrid.
En todo momento vamos viendo la cuerda larga y la Maliciosa, Bola y Valdemartín quedan algo más ocultas por Cabezas de hierro y la Najarra al final de la misma. Siguiendo las señales de PR pasamos ahora a la otra vertiente a través de una sencillas trepadas sin ningún tipo de complicación, bajo nosotros divisamos Manzanares y el embalse de Santillana.
Como exploradores que somos nos entretenemos en intentar adivinar por donde pasa la autovía A1, a lo lejos se ve algún que otro embalse, creo que puede ser el de Lozoya pero no lo tengo claro.
Ya en descenso y seguimos la senda sin pérdida hasta la conocida pradera del Yelmo y como no, el pedrusco ese al que suben todos los fines de semana decenas de escaladores, algo así como el emblema de la Pedriza.
Como Boni no lo conocía aprovechamos el buen tiempo para hacer un intento de ascenso y subimos hasta la chimenea norte, la forma más sencilla de alcanzar la cima. En si no es complicado subir, en todo momento tienes sensación de seguridad y bajo mi punto de vista creo que lo que puede echar para atrás es, más que la trepada, lo estrecho de la grieta (http://alogrotesco.blogspot.com.es/2012/10/circular-pedriza-con-subida-al-yelmo.html) y si nosotros hemos conseguido subir... cualquier persona con manos podría.
Aprovechando el solillo damos buena cuenta de los víveres que traíamos con nosotros y comenzamos la bajada siguiendo hitos, marcas de PR y la propia senda, no hay pérdida ninguna, buscamos ahora el GR10, más concretamente el tramo que atraviesa la Pedriza y conocido como la Gran Cañada. Una vez cogida esta senda hay que tener un poco de cuidado pues, si hemos aparcado en el Tranco hay que coger el sendero de la izquierda para bajar en zig zag hasta donde tenemos el coche, siguiendo recto descenderíamos por el conocido como Barranco de los Huertos de nuevo hasta Canto Cochino, dependiendo si hemos reservado o no un cocido tomaremos la opción más adecuada.
Y poco señores y señoras, una ruta fácil y disfrutona para hacerla en familia o con algún amigo al que las salidas al campo le produzcan sarpullidos pero algún día se decida a probar.
Por supuesto tanto el aparcamiento de El Tranco como el de Canto Cochino están fabulosamente equipados con bares, restaurantes, chiringuitos y demás locales de ocio en los que nos sirvan cerveza.
Próximo destino: Pirineos, Valle de Pineta