martes, 16 de julio de 2013

Mini-Integral por el Circo de Gredos

"La grandeza de un hombre no se mide de los pies a la cabeza, si no de la cabeza al cielo" (Napoleon Bonaparte), y en el cielo, al menos del sistema central, está la cima del Almanzor, esa cima que ya tocamos el año pasado (http://alogrotesco.blogspot.com.es/2012/07/almanzor-y-galana-con-propina.html) en este 2013 tocaba ir con parte de lo más granado de nuestro equipo alpino, Boni y Meli, esta con cierto recelo, pues no veía con buenos ojos ese penúltimo tramo llamado "Portilla del Crampón".

Nuestra idea de la expedición "Berracos y Revolconas"  se había venido abajo por problemas de agenda, sin embargo aún manteníamos la idea de darnos la típica vuelta veraniega por Gredos, para ello y tirando de hemeroteca planeamos subir hasta el Almanzor y aprovechando que ya estamos por ahí arriba pues dar una vuelta para ver otras zonas conocidas del circo desde las alturas.

 Ruta orientada al norte


Detalle de la subida y travesía por el circo

Vistas al sur

Así que con estas, con la amenaza de tormenta con la que Mario Picazo y colegas nos avisaban los días anteriores, a las 9,00 am. cerrábamos el coche y comenzamos a andar por la conocida senda que lleva de la Plataforma a la Laguna Grande de Gredos sin parar hasta la fuente de Barrerones, donde aprovechamos y nos aprovisionamos de agua ya que prácticamente no la encontraríamos ya hasta la vuelta, de ahí, en otro arreón nos plantamos en el refugio Elola en menos de dos horas desde que salimos de la plataforma, nuestra ya legendaria voracidad nos avisa de que hay que mineralizarse y vitaminarse, así que hacemos parada técnica para comer antes de que nuestra no menos legendaria ineptitud nos hiciera dar unas cuantas vueltas para buscar el sendero bueno al Almanzor.


 Boni preparando el "fusil" para el asalto al Almanzor

 Cartel que marca 2 horas de subida, lo hicimos en 2,10 así que el año que viene volveremos para bajar el registro.


 Un rebaño de machos jovenes

Desde el Elola y por un camino perfectamente hitado nos dirigimos, ya sin sendero, al Almanzor y de sus más de 600 mts de desnivel que nos separan de la cumbre, 2 horas marca un cartel justo al lado del refugio, nos dirigimos dirección Portilla Bermeja caminando entre grandes bloques de piedra que algún glaciar dejó ahí en su día mientras que Boni y Meli recelan de la subida, de su dureza y su dificultad.

 Meli y Boni en plena subida desde Hoya Antón (creo)

 Los 3 Hermanitos vistos desde la subida a la Bermeja

 Llegando al nevero nos desviamos a la derecha dirección la Portilla del Crampón

Pasamos por el nevero, ya casi no queda nieve a pesar de que este año ha sido rico en ella y vemos un grupo pequeño de gente bajar de la Portilla del Crampón, son prácticamente las únicas personas que vemos en todo el día, giramos en el desvío de la Bermeja y tomamos dirección al Crampón, la subida cada vez es más pendiente pero con pacienca se hace sin problemas, ahora se gana mucho desnivel, practicamente cada 3 pasos subimos un metro y aunque mis compañeros de cordada no se lo creían yo insisto, vamos en tiempo, en 2 horas desde la Laguna hemos llegado al menos a la portilla. 


En este terreno enseguida ganamos desnivel

 Ya estamos por encima de Los Hermanitos

 Enfilando la Portilla del Crampón

Meli en pleno esfuerzo

Justo donde la subida comienza a encajonarse un montañero asturiano nos alcanza y es la excusa perfecta para parar a recuperar el resuello, vamos, que nos faltó preguntar por su mujer, por sus hijos y por la situación política en la micronesia, le indico más o menos por donde tiene que dirigirse para coger la cima y nos despedimos, el tío sube como un cohete.


 Esta es la parte que más se encajona y para mi la más alpina y bonita de la subida

El desnivel aqui es de unos 45º


Ya casi no nos queda nada, bueno, para mi lo más bonito de la subida, ¡que ambiente más alpino!, ahora Meli se desata y arranca ella sola hacia arriba, nosotros dos nos quedamos algo más rezagados pero en un último arreón llegamos a la portilla. El espectáculo es exagerado, justo enfrente el cuerno del Almanzor, a la izquierda la Peña de Chilla guardiana de la Tejea, bajo nosotros las canales oscuras...¡que gozada!. Justo por debajo pasan otros montañeros, ya no veríamos a nadie más hasta bajar al Elola.

 Saliendo a la Portilla del Crampón el espectáculo es exagerado

 Al fondo se intuye la Garganta Tejea

Buscando un paso claro a la cumbre

 La subida a la cima no es dificil si estás acostumbrado a las trepadas, pero tienes que esta seguro.

Parece que las vistas y ver el desnivel que hemos subido nos da energía, ahora cresteamos justo por debajo de la cima hasta buscar el paso bueno que nos permite buscar una bajada franca para hacer la travesía por el cuchillar de Ballesteros, con cuidado porque una caída y ¡esto es todo amigos!, bien, sin problema.... el problema viene ahora, aún quedan varios neveros que cruzan la ruta normal y aunque la nieve está blanda no nos fiamos, intentamos evitarlos rodeandolos por arriba o por abajo, lo cual nos hace perder algo de desnivel y energía buscando el paso bueno.

Esto nos va a llevar más tiempo del que imaginaba, asi que paramos a almorzar, eso se nos da de miedo, sacamos la cecina y el chorizo a relucir, junto con las botas el mejor complemento de un montañero, y seguimos andando hasta el venteadero, aunque al final no hemos perdido demasiada altura a Meli se le hace largo este tramo, sobre todo mentalmente al no haber un camino claro y tener que ir constantemente buscando el mejor paso.

Ya estamos en la Portilla del Venteadero, vemos la Galana a nuestra izquierda y bajo nosotros la cuerda de los barquillos que nos llevaría hasta Navalperal, desde aquí la imagen del Ameal de Pablo es brutal, así que aprovecho para darle en los hocicos a Meli que siempre me dice que le parece un "piquito", detrás de este el Risco Moreno y el Cerro de los Huertos. Asi que una vez saciados los ojos con semejante espectáculo comenzamos la bajada buscando la canal de Isabel II. 



El Almanzor desde el Cuchillar de Ballesteros


Ameal de Pablo, Risco Moreno y Cerro de los Huertos desde el Venteadero

No deja de impresionarme la cara norte del Ameal



En plena bajada por Isabel II

La bajada se hace bien, es clara, pero tiene algún nevero que, con estas temperaturas, no es de fiar asi que preferimos si es posible evitarlos, y si no pues pasar con cuidadín tanteando antes con el bastón, a Meli ahora se le está haciendo muy larga la bajada y aunque no tiene ningún problema un par de pasos, sin mucho peligro, la hacen dudar durante el descenso lo que nos retrasa algo las cervezas del Elola, nada que echar algo más de tiempo no arregle.

Llegando ya al refugio y como si un demarraje de Perico en el Peyresourde se tratara salgo raudo y aprovecho para comprar 3 mahous fresquitas para saborear este día tan grande, justo cuando salgo con las cervezas de la mano llegan mis compañeros y nos sentamos junto al grupo de montañeros que vimos cuando estábamos en el Almanzor, eran la enciclopedia viva de la montaña, 40 años llevaban visitando gredos, cuando no estaba hecho ni el refugio. Tras una muy agradable conversación recogemos el chiringuito y enfilamos de nuevo la cuesta de barrerones camino de la plataforma, donde tenemos el coche. 

El camino de vuelta es de sobra conocido así que no me entretengo describiendo lo mucho que fastidia subir de nuevo esos 300 metros de altitud una vez has estado todo el día jugando a ser montañero por Gredos, ni que decir tiene que una vez llegamos al coche, como diría Renton en Trainspotting, tomamos la saludable, documentada y democrática decisión de visitar la Bodeguilla lo antes posible, donde dimos rienda suelta a nuestros instintos carnívoros más primitivos y rurales.

Durante los días siguientes, aunque no tengamos fotos, descubrimos una nueva actividad que incluso se nos da mejor que el montañismo, que son los baños en garganta gredense combinados con una ingesta masiva de cerveza y productos típicos como el queso, el lomo,...