martes, 28 de mayo de 2013

Cañon del Tera (Cueva de San Martín)

Hola muchachada, como ya viene siendo tradición, a últimos de mayo se celebran dos grandes acontecimientos deportivos a nivel mundial, por una parte tenemos la final de la champions leage, donde 22 muchachos tratan de introducir el balón en una estructura rectangular compuesto por dos postes y un larguero metálico conocido por el vulgo como portería, por otra están las jornadas alpinas y gastronómicas, actividad anual que se remonta a tiempos pretéritos.

Y quiso el destino que este año fueramos a celebrar dichas jornadas a tierras zamoranas, allí donde Bellido Dolfos acabara con Sancho II mientras se aliviava de un apretón, centrando la parte gastronómica alrededor de la capital y la parte más alpina para la zona sanabresa.

Habíamos llegado el viernes a la pintoresca localidad zamorana de Villalube, donde instalamos el campo base y las jornadas quedaron inauguradas con la tradicional cerveza en bar rural, seguidas de la típica cena pseudo-medieval donde el vino y demás licores corrieron alegremente por nuestros gaznates sin tener en cuenta que con las edades que uno va gastando la recuperación no es ya la misma. 






El caso es que tras acabar con las reservas de vino y orujo nos levantamos el sábado para recorrer el cañon del Tera hasta el paraje conocido como Cueva de San Miguel, a las 8,00 am suena el despertador y mi cabeza parece el asedio a una fortaleza ¡bom!...¡bom!...¡bom!...(maldito orujo, maldito camarero...).

Llegamos por fin a Ribadelago, dejamos el coche, salimos andando y para no perder la costumbre ya nos damos de nuevo el primer brujulazo, supongo que en parte fruto de la caraja que traíamos con nosotros, al mirar el gps veo que ni si quiera estamos cerca de la ruta inicial, media vuelta, consulta con un orihundo de la zona, ahora si que si. Desde el aparcamiento público de Ribadelago parten 3 rutas señaladas con color azul, naranja y verde, correspondientes a Los Monjes, Cárdena y el propio cañon.

Comenzamos a remontar el cañon a través de un bonito bosque, siempre paralelo al río y siguiendo las balizas pintadas de verde que marcan la senda, no hay ningún problema de orientación además alguien en su día decidió que además de las estacas no estaría de más pintar las piedras con un spray verde, solo falta poner semáforos y algún luminoso (terrible, oiga).

 Cartel marcando las distintas sendas que parten desde Ribadelago

 Para no variar, aquí ya habíamos dado el primer brujulazo, es seguir un río, pero vemos un camino y nos echamos a andar como si nos fuera la vida en ello.

 Una ruta perfecta para ir con niños, con estos no, con otros algo menos creciditos.

 Vistas al cañon

 Boni gastando unos bonus-hand

Como decíamos al principio la ruta en si no es complicada, solo hay que tener algo de cuidado a la hora de moverse entre las piedras del cañon, con lluvia la cosa quizás tome otra dimensión ya que resultaría bastante resbaladizo.

Vamos disfrutando de cada poza y laguna que vemos, adelantamos a un grupo bastante numeroso de senderistas y seguimos a lo nuestro.
Ocasionalmente hay que cruzar un par de veces el río, al principio entre lo que ha llovido este año y el deshielo creí que tendríamos más problemas pues no hay ningún puente de los que te sueles encontrar en este tipo de rutas, no tuvimos ningún problema mayor que el de ir de roca en roca buscando la otra orilla. 


Curiosas floras de foresta zamorana

Algunas de las pozas,.... que ganas de practicar el nuked-mountain

Vista al frente, hacia la Cueva de San Miguel

De vez en cuando hay que pasar el río, sin problemas.

La senda es muy entretenida, y ocasionalmente tenemos que ayudarnos con las manos para asegurar los pasos, pero nada que ponga en riesgo hacer la ruta a cualquier persona que lleve las piernas que le venían de serie, así hasta que llegamos a Cueva de San Miguel.

Aún no sabemos si hay cueva o no hay cueva, porque no lo teníamos muy claro desde el primer momento así que no perdimos ni un milisegundo en buscarla, lo que si intentamos hacer fué ve por donde podríamos seguir con dirección a la presa rota de Vega de Tera, primero bordeamos la parte izquierda de la laguna y luego la derecha, como no encontramos ningún paso lógico nos quedamos sobre unas rocas a disfrutar de la cecina y el queso que habíamos traído con nosotros.


Otra vista hacia el cañon

Impresionante las cascadas y saltos de agua

Venga, no me mires así que ya llegas

Con agilidad se superan las pequeñas y divertidas trepadas

Hasta que por fin llegamos a Cueva de San Miguel

Justo encima de la cascada de agua pusimos el mantel

Para que se vea que yo también estaba por ahí

Un poco de amor meloso por aquí....

Como uno es cabezón, cual ratón en laberinto hago un intento de seguir el cañon por el cauce del río retrepando a través de grandes canchales de roca hasta que a los 5 minutos me doy cuenta de que es imposible seguir, la ruta hacia la presa debe ir por otro lado, me bajo, fotos de rigor, tonterías de rigor y nos ponemos la mochila para volver, en lugar de por donde habíamos venido enlazaremos la ruta con la Senda de los Monjes, que llega desde Ribadelago a San Martín de Castañeda.

Subimos ahora a través de una senda bastante pisada por el ganado, dejando un refugio en buen estado a la izquierda, hacia un altiplano conocido como Peña Mesa, a media subida hay una puerta bastante rudimenaria, la cruzamos y desde ahí vemos la presa que se rompió en 1959 causando 144 victimas (http://es.wikipedia.org/wiki/Cat%C3%A1strofe_de_Ribadelago). Nuestra idea inicial había sido acercarnos a la presa, pero al salir tan tarde hicimos bien en ni siquiera intentar acercarnos ya que desde Cueva de San Miguel calculo que nos hubiera llevado cerca de 3 horas aproximadamente entre ida y vuelta.

Al darnos la vuelta, bajando por la estrecha senda vemos bajar una vaca tras otra hasta la puerta que habíamos cruzado anteriormente, para no molestarlas decidimos subirnos a una pequeña terraza hasta que todas ellas terminas de cruzar.

Seguimos subiendo, y ahora ya alcanzamos la cota máxima de la ruta, algo más de 1600 mts., todo lo que queda ya es solo bajada, esta zona no es tan bonita como por donde hemos subido, de hecho los robles que hay alrededor están curiosamente sin una hoja, una vez terminada esta senda (y sus incontables balizas verdes) llegamos a la carretera que, partiendo de Ribadelago, nos lleva a San Martín del Castañar, un poco antes de llegar al pueblo vemos una señal que nos indica "Senda de los Monjes", esta comienza bajo un pequeño desagüe que pasa por la misma carretera.




Comenzamos la subida para buscar el camino de vuelta

La seguridad ante todo, ¡que sería de los jergones sin la agricultura!

Donde somos testigos excepcionales del peculiar "encierro", una pena no haber hecho la foto a Meli también.

En el centro se ve la presa rota en 1959
 
El paisaje ahora cambia por completo y nos adentramos en un bosque más tupido, de vez en cuando en algún claro, la vegetación nos deja ver lo que para mi son las vistas más bonitas del lago de Sanabria, y su abominable embarcadero. Entre robles, acebos y abedules llegamos de nuevo a Ribadelago, aprovechamos para dar un paseo por las calles y ver los muchos restos que aún se pueden ver de las casas arrasadas por el Tera, y desde ahí hasta donde habíamos dejado el coche por la mañana y eso si, ni que decir tiene que dimos buena cuenta de una jarra de cerveza para cerrar la jornada.


Vista casi total del lago (evitando sacar el terrible embarcadero)

Una auténtica gozada, faltaban Frodo, Sam, Gandalf y alguno más, algún orco sin embargo si caminaba por el bosque.


En total nos salen aproximadamente unos 18 km. y 900 mts de desnivel (acumulado, porque entre que me subo aquí, me bajo allá, me vuelvo a subir aquí y allá......, me parecen demasiados, o eso o el gps está como unas maracas).



martes, 14 de mayo de 2013

5 Lagunas de Gredos (a la de tres)

Pues si mis queridos lectores, al final tuvimos que montar una expedición casi internacional para llegar a las 5 Lagunas de Gredos, esta vez ni el tiempo ni la orientación pudieron con lo que estaba propuesto, y es que la propuesta tenía tela, salir de Navalperal por la garganta del pinar, llegar a 5 lagunas, subir a la portilla del Rey para bajar por el gargantón al Elola donde tomar unas cervecitas y luego regresar tranquilamente por los barrerones.

Para tal expedición había quedado con la flor y nata del foro www.sistemacentral.net y a las 8,30 clavadas estábamos con las botas puestas en el aparcamento de Navalperal de Tormes, han construído un parking nuevo bastante amplio y ya no dejan aparcar junto al río (mejor).


 La ruta grabada en el GPS

 Desde otro punto de vista
 

La cosa es que sin más dilación salimos raudos en dirección a las 5 lagunas en un día fantástico de sol y nieve. Al poco tiempo el mastín más famoso de gredos salió a recibirnos acompañado de otro amigo perruno, esta vez parecía algo más amigable y no nos pastoreó alrededor de la majada.

A buen ritmo seguimos por la garganta del pinar como niños buenos siguiendo las indicaciones que marcan en cada bifurcación, la primera a la izquierda y la segunda a la derecha (la otra lleva por la garganta de gredos hasta la Laguna Grande) y en esas que entre ponte y estate quieto llegamos al chozo de la barranca. Primer stop&go, reponemos fuerzas, cereales y frutos secos son nuestro menú de almuerzo, alguno aprovecha para ponerse las botas pues en breve la nieve haría acto de presencia. La ruta sigue por la senda que sale justo detrás del chozo, sin problema entre cascadas y saltos de agua llegamos todavía "en seco" hasta la Laguna Majalaescoba, donde unos excursionistas también disfrutaban del buen día, seguimos rectos en dirección a la hoya de las berzas, donde un servidor acabó perdido la primera vez que intentó llegar a las lagunas, y a la altura aproximamente del Risco del Fraile, nos tenemos que desviar para buscar la repisa donde se encuentran las lagunas.



 En la garganta del pinar entre la cuerda de los barquillos y la del Cervunal
 
 Al fondo izquierda del circo asoma el Cabeza Nevada

Aquí la nieve ya hace su primera aparición y tenemos que tirar de piolet para pasar un nevero que bloquea el paso, con más corazón que cabeza (la ruta "buena" iba unos 40-50 metros debajo nuestro) llegamos por fín a la primera de las Lagunas, ¡que orgullo!, por fin he podido verlas, aunque aún estaban congeladas no era recomendable cruzarlas ya que estaban en pleno deshielo, y como hombres de monte paramos a beber de los riachuelos que generan y ya de paso nos ponemos los crampones.

En la reunión se forman dos bandos, los que quieren subir a la portilla del rey y los que prefieren subir a la portilla de 5 Lagunas para luego hacer la travesía por los riscos del gutre hacia el Venteadero. Esta última canal es algo más pina que la del rey y a algunos nos generaba algo de respeto, así que como suele suceder en estos casos en un rebaño de machos apostamos por la solución más difícil y tiramos hacia la portilla de 5 Lagunas. 

 Descansando y avituallando en el chozo de la Barranca


 Impresionante vista del circo desde la garganta.
 
 Subiendo a buscar las 5 Lagunas con una impresionante vista de la Hoya de las Berzas
Vista de lejos la verdad es que impone bastante más de lo que luego en realidad es, sobre todo de subida, ahora bien, los 300 metros de subida vertical pesan y en breve se hacen dos grupitos, los superhombres y el resto de humanos, en un alarde de valentía y haciendo caso a mi carácter latino arranco to tieso tras el primer grupo aprovechándo de la huella que me iban haciendo, les digo que si quieren relevar tendría que ser a mi ritmo, mis compañeros amablemente se van relevando a un ritmo altísimo, tan alto que, cuando quedaban 5 o 6 metros para llegar arriba me tengo que parar a recuperar el resuello, otro arreón y ahora si, estoy arriba, lástima que una nube inoportuna nos tapara las vistas a la vertiente sur, aún así el espectáculo bien merece la pena.


 Ya en la repisa de 5 Lagunas
 

 Por fin llegué a las lagunas


 Laguna Cimera todavía helada, se ve claramente la subida a la Portilla de 5 lagunas


 En plena subida a la portilla, yo mientras intentaba meterme los pulmones de nuevo dentro del cuerpo

Hi-oh....hi-ho......

De nuevo parada y posta, no sé porqué hoy llevo tanto hambre, esperando al resto de compañeros nos abrigamos después del esfuerzo y comenzamos la travesía buscando el Venteadero bajo la mirada de los riscos del Gutre.... la cosa en principio va bien pero conforme nos vamos metiendo en faena las gónadas comienzan subir poco a poco a la garganta, la nieve está buena, un pelín blanda pero lo suficietemente consistente como para que los crampones cumplan su función, debajo de nosotros tenemos la Tejea en toda su gloria, y es que un resbalón y te recogen directamente en los chozos de abajo, encima yo me he llevado las botas ligeras y no voy nada seguro, echo mucho de menos mis semis (primera lessons learned). Ahora la pendiente coge más desnivel, seguramente algo más de 45º, es el tramo más delicado de la ruta y mucho ojo si la nieve está dura, este tramo lo hacemos de cara a la montaña (segunda lessons learned) aprovechando que uno de los compañeros ha hecho una buena huella.

 "Traveseando" bajo los riscos del Gutre, un resbalón y te recogen en La Vera


 

 Caída a la garganta Tejea

Con las canillas todavía temblando llegamos al Venteadero donde por fin respiro a gusto, aprovechamos para comer (creí que no lo volvería a hacer) mientras otros dos deciden subir a la cima de La Galana, yo me reservo y me dedico a disfrutar de las vistas del Ameal de Pablo y el Risco Moreno mientras otros cuentan batallitas de montañero (¡que lujazo!). 

Enfilamos la bajada hasta el rellano del Ameal y de ahí otra sorpresa pensando que bajaríamos por Isabel II veo como enfilan la canal de los geógrafos, mucho más vertical que la primera, así que nada, paciencia y crampones hasta llegar abajo, hay que ver lo poco que tardas en bajar lo que tanto te cuesta subir. 
De nuevo nos paramos para ir todos agrupados y pillamos algo de agua fresquita en un manantial para, ya más relajados terminar de descender y llegar al Elola donde tomamos la típica mahou clásica.

 Ameal de Pablo con el Risco Moreno tras suyo desde el Venteadero, ya con el corazón en su sitio.

 Algunos aprovecharon para subir a la cima de La Galana
 

 Ahí les tenemos


 Y para terminar la típica foto del circo desde Los Barrerones

Ahora ya si que si, ahora si que más o menos estaba todo dominado, tras la cervezota partimos rápidos por el famoso camino bordeando la Laguna, ojo con el deshielo pues puede ser necesario utilizar el cable por la subida de nivel de esta. A toda o***a subimos y bajamos barrerones corriendo en varios tramos para agruparnos de nuevo en el puente del hormigón del Prao Pozas, ahora ya solo queda tirar hacia la plataforma donde iríamos a por el resto de coches aparcados en Navalperal, en total el gipiese me marca casi 1.900 mts. de desnivel, 23 km y más de 10 horas de ruta, no ha estado nada mal, ni que decir tiene que no te puedes ir de Gredos sin la visita obligatoria a La Bodeguilla donde ahora si brindamos por el pedazo de día que nos había salido.