- Dani (yo): Meli, ¿has visto que nevazo ha caído?
- Meli: si
- Dani: Pero, ¿lo has visto bien?, en serio hay un paquetón
guapo… por cierto, esta semana me llega el nuevo piolet.
- Meli: Que bien, ¿no?
- Dani: Si, si, ….mucho mejor que el otro, por cierto, ayer
vi las botas semirígidas que tengo sin estrenar aún.
- Meli: Mira, majete, vete si quieres, con que me llames
cuando llegues y cuando bajes para mi es
suficiente, pero yo esta vez me quedo en casa.
Ruta a Peñalara, con nieve me paso las zetas por ahí
Más o menos así fue como fue (un poco adornado por mi sin
par prosa), y si, tenía unas botas semi compradas hacia casi 6 meses, y esta
misma semana me había llegado el nuevo piolín, y para más inri el tío de la
AEMET nos daba una ventana de buen tiempo para el sábado después de haber
pasado la ciclogénesis, estoy seguro que era una señal divina y que si no lo
aprovechaba algo malo podría pasarme pues se daban todas las circunstancias
para ir al monte.
Para aprovechar el sábado había pensado acercarme a
Guadarrama, en primer lugar porque iba solo y la zona es más segura que Gredos
y luego por hacer una ruta en la que pasara alguien por si mi sentido de la
orientación me jugaba una mala pasada.
Ya había subido otras tres veces a Peñalara, todas ellas por el camino de zetas y haciendo la circular cruzando la cresta de los Claveles para bajar a la laguna de Los Pájaros, así que esta vez tenía pensado hacer algo distinto, subir a través de la senda del batallón alpino, visitar los restos de trincheras que hay en la Peña Cítores y de ahí a Dos Hermanas para terminar subiendo a Peñala y bajar por las zetas, al ir solo me acongojaba la idea de pasar la cresta con nieve y hielo.
Todo comenzó como lo había previsto, al llegar al aparcamiento de Cotos no eran ni las 08:00 y apenas quedaban ya una docena de sitios libres, la marabunta madrileña estaba dispuesta a tomar el monte tras la ciclogénesis explosiva. Bien, primer objetivo de la mañana cubierto y el más díficil, una vez aparcado me cuelgo los achiperres, alamares varios (esto es piolet, mochila, goreteses, etc. vestido parezco casi un montañero y todo) y me pongo en marcha por detrás del abandonado Club Alpino Español, habría que pensar porqué Guadarrama está llena de edificios en este estado pero bueno, no vamos a hacer sangre... todavía.
Salgo al bosque cuando aún no había amanecido y veo que todo el mundo se dirige al camino de zetas menos yo, soy un intrépido, o al menos eso es lo que pensé pero todo mi ambicioso plan se viene abajo en los primeros metros, salgo a lo que en principio es la senda y....¡zas!...me hundo en la nieve hasta las ingles, ¡redios!...otro paso y ¡zas!...de nuevo hundido, esta vez casi hasta la cintura, a todo esto me veo solo en el bosque, atrapado en la nieve y medio de noche, coño, ahora comienzo a oír ruidos y no veo a nadie a mi alrededor, lo reconozco, me estoy acojonando, intento salir de mi agujero pero a los pocos metros de nuevo vuelvo a hundirme, ¡vamos, no me jodas!, total que habían pasado 20 minutos y no habría recorrido ni 500 metros, esto no va a ningún lado así que como puedo me doy la vueta y regreso al inicio de mi ruta.
Camino tradicional a las zetas
Ya está, subo por las zetas y la vuelta la hago por donde quería hacer la ida... es fácil, a cualquier primate semievolucionado se le hubiera ocurrido, normalmente se baja mejor que se sube, asi que cogí el camino que sale desde la casa de interpretación y para arriba. Había perdido ya media hora, decidí subir con bastante ritmo, comencé a adelantar gente como si me fuera la vida en ello, en poco más de media hora estaba ya subiendo a Dos Hermanas, la niebla había bajado, no me veía ni los pies y como era pronto la nieve seguía muy helada, ¿zetas?.... ¡si con nieve todo es camino!, asi que aprovecho para sacar los crampones y el piolet nuevo y reluciente para evitar un susto y cojo la directa entre la niebla.
Así estaba el tema niebla
...y el tema frío.
Al llegar arriba el aire pega de lo lindo y hace bastante frío, noto algo que me molesta algo en el ojo y....¡se me están congelando las pestañas!, me pongo la capucha de la chaqueta y me la ajusto lo mejor que puedo, tengo las manos heladas, agarro el piolet y pongo rumbo a la cima de Peñalara entre el frío siberiano que me rodea, ya solo me queda la última subida, oigo voces pero no veo a nadie, el sol intenta salir sin mucho éxito cuando me doy cuenta de que hay dos montañeros a unos metros delante de mi, les adelanto, vuelvo a mirar el rumbo en el gps (no quiero llegar a ninguna cornisa que no conozca) y sin piedad, hacia arriba, por fin en la cima.
La niebla intentando levantar
Se puede observar la carita de frío.
Así se me estaba quedando la chaqueta...y eso que no caía nada, solo del arie.
Eso si, elegante con mis botas nuevas
Intento resguardarme tras el vértice geodésico como cuando de pequeño venia mi madre con la zapatilla en la mano pero el aire pega de lo lindo, mido unos -8º pero calculo una sensación térmica de casi el doble. Hago unas fotos y decido bajar inmediatamente, tengo las manos completamente heladas y los dedos me duelen una barbaridad. En un plis, caminando entre el hielo me pongo en Dos Hermanas, miro el mapa a ver donde está la zona de las trincheras de Peña Cítores, buff.... tardaría un poco en llegar a ellas y el dolor que tengo en las manos es insoportable, un briconsejo queridos niños, cuando vayáis al monte en invierno llevad guantes de invierno, no hagáis la bobada que hago yo de llevar guantes de verano porque se os helarán las manos. Con esta situación decido bajar, ya volveré otro día, llego a las zetas cuando en ese momento sale el sol, intento hacer alguna foto más ahora que se ve algo pero tengo un rebote considerable con el tema de las manos, no me entran en calor y me duelen ahora incluso con sol.
Bajo por las zetas muy deprisa, no paro ni a quitarme los crampones, he debido de tardar unos 45 minutos bajar desde la cima hasta la zona recreativa, me quito los guantes y me veo los dedos enrojecidos y como de cartón asi que decido entrar a tomar algo caliente en Casa Marcelino, una pena, me he quedado sin ver las trincheras, pero no hay mal que por bien no venga, ya tengo una nueva ruta pensada, subir a Peñalara pero...desde Valsaín, con un par, estáis todos invitados, yo llevo el vino.