lunes, 28 de enero de 2013

Peñalara con escarcha.



- Dani (yo): Meli, ¿has visto que nevazo ha caído?

- Meli: si
- Dani: Pero, ¿lo has visto bien?, en serio hay un paquetón guapo… por cierto, esta semana me llega el nuevo piolet.
- Meli: Que bien, ¿no?
- Dani: Si, si, ….mucho mejor que el otro, por cierto, ayer vi las botas semirígidas que tengo sin estrenar aún.
- Meli: Mira, majete, vete si quieres, con que me llames cuando llegues y cuando bajes  para mi es suficiente, pero yo esta vez me quedo en casa.


 Ruta a Peñalara, con nieve me paso las zetas por ahí


Más o menos así fue como fue (un poco adornado por mi sin par prosa), y si, tenía unas botas semi compradas hacia casi 6 meses, y esta misma semana me había llegado el nuevo piolín, y para más inri el tío de la AEMET nos daba una ventana de buen tiempo para el sábado después de haber pasado la ciclogénesis, estoy seguro que era una señal divina y que si no lo aprovechaba algo malo podría pasarme pues se daban todas las circunstancias para ir al monte.


Para aprovechar el sábado había pensado acercarme a Guadarrama, en primer lugar porque iba solo y la zona es más segura que Gredos y luego por hacer una ruta en la que pasara alguien por si mi sentido de la orientación me jugaba una mala pasada.


Ya había subido otras tres veces a Peñalara, todas ellas por el camino de zetas y haciendo la circular cruzando la cresta de los Claveles para bajar a la laguna de Los Pájaros, así que esta vez tenía pensado hacer algo distinto, subir a través de la senda del batallón alpino, visitar los restos de trincheras que hay en la Peña Cítores y de ahí a Dos Hermanas para terminar subiendo a Peñala y bajar por las zetas, al ir solo me acongojaba la idea de pasar la cresta con nieve y hielo.

Todo comenzó como lo había previsto, al llegar al aparcamiento de Cotos no eran ni las 08:00 y apenas quedaban ya una docena de sitios libres, la marabunta madrileña estaba dispuesta a tomar el monte tras la ciclogénesis explosiva. Bien, primer objetivo de la mañana cubierto y el más díficil, una vez aparcado me cuelgo los achiperres, alamares varios (esto es piolet, mochila, goreteses, etc. vestido parezco casi un montañero y todo) y me pongo en marcha por detrás del abandonado Club Alpino Español, habría que pensar porqué Guadarrama está llena de edificios en este estado pero bueno, no vamos a hacer sangre... todavía.

Salgo al bosque cuando aún no había amanecido y veo que todo el mundo se dirige al camino de zetas menos yo, soy un intrépido, o al menos eso es lo que pensé pero todo mi ambicioso plan se viene abajo en los primeros metros, salgo a lo que en principio es la senda y....¡zas!...me hundo en la nieve hasta las ingles, ¡redios!...otro paso y ¡zas!...de nuevo hundido, esta vez casi hasta la cintura, a todo esto me veo solo en el bosque, atrapado en la nieve y medio de noche, coño, ahora comienzo a oír ruidos y no veo a nadie a mi alrededor, lo reconozco, me estoy acojonando, intento salir de mi agujero pero a los pocos metros de nuevo vuelvo a hundirme, ¡vamos, no me jodas!, total que habían pasado 20 minutos y no habría recorrido ni 500 metros, esto no va a ningún lado así que como puedo me doy la vueta y regreso al inicio de mi ruta. 


 Camino tradicional a las zetas

Ya está, subo por las zetas y la vuelta la hago por donde quería hacer la ida... es fácil, a cualquier primate semievolucionado se le hubiera ocurrido, normalmente se baja mejor que se sube, asi que cogí el camino que sale desde la casa de interpretación y para arriba. Había perdido ya media hora, decidí subir con bastante ritmo, comencé a adelantar gente como si me fuera la vida en ello, en poco más de media hora estaba ya subiendo a Dos Hermanas, la niebla había bajado, no me veía ni los pies y como era pronto la nieve seguía muy helada, ¿zetas?.... ¡si con nieve todo es camino!, asi que aprovecho para sacar los crampones y el piolet nuevo y reluciente para evitar un susto y cojo la directa entre la niebla.

 Así estaba el tema niebla

 ...y el tema frío.

Al llegar arriba el aire pega de lo lindo y hace bastante frío, noto algo que me molesta algo en el ojo y....¡se me están congelando las pestañas!, me pongo la capucha de la chaqueta y me la ajusto lo mejor que puedo, tengo las manos heladas, agarro el piolet y pongo rumbo a la cima de Peñalara entre el frío siberiano que me rodea, ya solo me queda la última subida, oigo voces pero no veo a nadie, el sol intenta salir sin mucho éxito cuando me doy cuenta de que hay dos montañeros a unos metros delante de mi, les adelanto, vuelvo a mirar el rumbo en el gps (no quiero llegar a ninguna cornisa que no conozca) y sin piedad, hacia arriba, por fin en la cima. 


Cima

La niebla intentando levantar


 Se puede observar la carita de frío.


Así se me estaba quedando la chaqueta...y eso que no caía nada, solo del arie.


 Eso si, elegante con mis botas nuevas

Intento resguardarme tras el vértice geodésico como cuando de pequeño venia mi madre con la zapatilla en la mano pero el aire pega de lo lindo, mido unos -8º pero calculo una sensación térmica de casi el doble. Hago unas fotos y decido bajar inmediatamente, tengo las manos completamente heladas y los dedos me duelen una barbaridad. En un plis, caminando entre el hielo me pongo en Dos Hermanas, miro el mapa a ver donde está la zona de las trincheras de Peña Cítores, buff.... tardaría un poco en llegar a ellas y el dolor que tengo en las manos es insoportable, un briconsejo queridos niños, cuando vayáis al monte en invierno llevad guantes de invierno, no hagáis la bobada que hago yo de llevar guantes de verano porque se os helarán las manos. Con esta situación decido bajar, ya volveré otro día, llego a las zetas cuando en ese momento sale el sol, intento hacer alguna foto más ahora que se ve algo pero tengo un rebote considerable con el tema de las manos, no me entran en calor y me duelen ahora incluso con sol. 



El cielo abre justo cuando bajo de Dos Hermanas,la cumbre ahora se ve de maravilla.



Los árboles también estaban con frío.



Peñalara y zona del Zabala

Bajo por las zetas muy deprisa, no paro ni a quitarme los crampones, he debido de tardar unos 45 minutos bajar desde la cima hasta la zona recreativa, me quito los guantes y me veo los dedos enrojecidos y como de cartón asi que decido entrar a tomar algo caliente en Casa Marcelino, una pena, me he quedado sin ver las trincheras, pero no hay mal que por bien no venga, ya tengo una nueva ruta pensada, subir a Peñalara pero...desde Valsaín, con un par, estáis todos invitados, yo llevo el vino.

 

lunes, 21 de enero de 2013

Orientándonos por la Fuenfría


Hola buenas, comenzamos el año con fuerza renovada, tras recuperarnos de la Nochevieja y las cantidades ingentes de comida devoradas durante las fiestas de navidad teníamos que salir algo al monte aunque no hubiera nevado (aún) para abrir el ejercicio 2013, además, el mundo no había acabado así que las montañas en principio deberían seguir en su sitio.
Había varias propuestas encima de la mesa pero una de ellas destacó por su singular organización, un compañero del foro de montaña sistema central se había ofrecido a impartir un curso de orientación básico, ¡cáspita!, todos nuestros brujulazos se podían evitar participando en dicho curso, o al menos muchos de ellos, la cosa es que como el tema tampoco parecía muy extremo pues me cogí a Meli y nos fuimos los dos.
Habíamos quedado con la gente del foro en el aparcamiento del valle de la fuenfría, en cuanto llegaron los citados comenzó la charla que nos sacará de nuestras grotescas situaciones y como compartir es de sabios pues allá va una pequeña guía fruto del conocimiento adquirido, ni que decir tiene solamente son nociones adquiridas en un curso muy básico, lo mejor es realizar un curso, documentarse, comprar mapas, guías, etc. y si no se tiene la experiencia suficiente seguir las señales, sendas, etc.

Mapas:
Corresponde a la representación de un terreno, la escala aconsejada es 1:25.000 lo que se traduce en que cada centímetro del mapa son 25.000 en el terreno.
Se aconseja comprar mapas en los que venga representada cuadrícula en los ejes “X” e “Y” que nos darán coordenadas muy aproximada de donde estamos, donde queremos ir y con un poco de suerte no tendremos que dar coordenadas de donde nos hemos perdido y tener que llamar al 7º de Caballería.

Los colores, pues básico, zonas con vegetación pintadas en color verde y zonas más altas en color marrón, hay que tener en cuenta que la vegetación a partir de 1.800 mts. suele ser muy escasa, tirando ya a nula por lo que esto nos dará una idea de la altura a la que estamos.
Hablando de altura, otro consejo a la hora de comprar un mapa es que estén bien delimitadas las líneas de nivel. Existen las líneas maestras (que normalmente están pintadas con un trazo más grueso) y las auxiliares, normalmente cada curva maestra representa 100 metros de desnivel en contra de los 20 metros de cada línea auxiliar. Estas nos darán la altura y desnivel, cuanto más juntas están mayor será el desnivel en línea recta, al contrario, si están separadas el desnivel será menor, esto es importante a la hora de identificar una pradera, un llano o por el contrario canales con gran desnivel y cortados o precipicios.
Preparar un mapa.
Una vez que hemos comprado el mapa, hay que prepararlo, esto es, a poder ser plastificarlo para que no se nos deteriore a la hora de manipularlo, hay que pensar que si tenemos que sacar el mapa es porque lo necesitamos y quizás las condiciones climáticas no estén muy por la labor de echarnos una mano. 

Antes de plastificarlo es conveniente iluminarlo. El coste de un mapa no es muy elevado, es preferible perder un tiempo señalando con fluorescentes y rotuladores aquellos puntos clave para nuestra orientación, poblaciones, sendas, cotas, cursos de agua, etc.




La brújula, esa gran desconocida.
¿Qué es una brújula?...normalmente la respuesta sería: una mujer montada en una escóbula, pero no, básicamente una brújula nos sirve para definir un rumbo, localizar un punto en un mapa, o definir nuestra ubicación. Brújulas pues hay varias, a mi me gusta la que uso yo, básicamente por eso la compré y es que al ser transparente te permite orientar el mapa de una forma sencilla.
La brújula está compuesta por las siguientes partes:




Definir un rumbo.
Para definir el rumbo al que queremos ir, basta con “apuntar” con la flecha de dirección de la brújula al hito al que queremos dirigirnos, giraremos el limbo hasta orientar la flecha de la brújula con el norte que indica la flecha magnética, los grados que marque el limbo en la flecha de dirección serán los que transportaremos al mapa orientando este al norte.
Localizar un hito o cota en un mapa.
Cuántas veces he oído tras de mí la frase…”y eso de ahí….¿qué es?”  pues bien, en este caso el proceso a seguir es el inverso, primero tomaremos el rumbo apuntando con la brújula a la cota o lugar que nos ha llamado la atención, giramos el limbo hasta que coincida la flecha de orientación del limbo con el norte del mapa y voilá, solo nos queda interpretar lo que estamos viendo.

Localizarnos a nosotros dentro de un mapa.
Vale, nos hemos perdido y no tenemos ni idea de por donde andamos, con nuestros inseparables amigos, la brújula y el mapa podemos acotar nuestra posición de una forma relativamente sencilla siempre que seamos capaces de localizar puntos conocidos, al menos 3, con una diferencia mínima de 90º entre ellos y uniéndolos a través de líneas rectas nos dará un triángulo en el que en principio se supone que es donde estamos. En el mapa ya estaremos dentro de una cuadrícula y solo bastará fijarse un poco en los detalles para afinar nuestra posición.

A todo esto….lo que funciona bien, bien es un GPS,… con pilas a poder ser.

Pues ni más ni menos fue esto lo que aprendimos en el curso, ahora había que aplicarlo, el juego consistía en seguir una serie de balizas en los que se indicaban unas coordenadas, desde el aparcamiento de la Fuenfría salimos en busca de la primera baliza, fácil… segunda baliza, una cota de 1.500 mts….sencillo, tercera baliza “Chalet de Peñalara”, desde que nos pusimos a buscar la primera baliza nos habíamos juntado con los amigos del sur de Gredos y como a penas nos gusta ir hablando pues ahí tuvimos el primer brujulazo, nada serio, media vuelta y dimos con la tercera de las balizas.

La cuarta era el Mirador de la Reina, para llegar a él tenemos dos opciones buscar la senda Smith o subir por la calzada romana, ¿cuál sería la mejor opción?... pues como animales que somos la línea recta, miramos a Melisa a ve que opinaba y como dio luz verde pues para arriba. Atravesando monte y entre roca llegamos a la base del mirador, allí un paisano que rondaba el lugar nos pregunta que si nos hemos perdido, “no, no buen hombre, venimos al mirador”, nos contesta que en su vida había visto a nadie llegar al mirador por dónde veníamos nosotros.


Otra baliza encontrada, a por la última, esta era el Mirador Vicente Aleixandre, pero llegando al mismo sin seguir el camino, ok. sencillo, en un plis-plas nos pusimos en el último punto controlado del día, y ahora??...pues “to pa’bajo”… y como habíamos subido over road, pues de igual forma bajamos hasta Casa Cirilo, donde ni que decir tiene que dimos cuenta de las cervezas de rigor.
Ahora queda, después de todo lo aprendido, no perderse en las próximas salidas.
 
El ferviente lector advertirá que no se hemos hecho demasiado énfasis en el manejo de la brújula y el mapa, como no somos expertos el mejor consejo que podemos dar es que si hay alguien interesado lo mejor es consultar información en sitios serios (por ejemplo aquí hay un manual bastante bueno (http://masvida50.com/aventura/manual/Manual%20de%20iniciacion%20deporte%20de%20orientacion.pdf), practicar, ir con gente que domine la orientación, etc. 

Como soy un poco así, pues no tiramos ni una foto, entre las prisas y tal...y que coño, que hacía frío para sacar las manos de los guantes.