Pues parece que poco a poco, muy poco a poco, el indómito equipo de aventura “Al filo de lo grotesco” se va rehaciendo de nuevo y continua su peregrinar por los montes del señor y es que ya me estaba aburriendo de ir solo por los bosques y los riscos, esta vez con la grata compañía de dos clásicos, Boni y Meli, buscamos algo sencillo para ir probando y pensar en futuras hazañas.
Con un nivel físico que efectivamente roza lo grotesco partimos hacia Cueva Valiente, simpático montecillo situado en la localidad segoviana de San Rafael, el objetivo oculto de este humilde servidor era el de probar mi última adquisición, un pedazo de GPS para no volver a hacer el ridículo buscando las rutas o evitar el consabido deporte paralelo al senderismo, el zarzing.
Ya teníamos la ruta grabada en el dichoso aparatejo pero claro faltaba dominarlo y con mis precedentes en lo que a tecnología se refiere la aventura del día sería precisamente esa, y así fue, nuestro avanzado sentido de la orientación nos llevó a dejar el coche a casi 1 km . del comienzo de la ruta, sin problema, tengo el gps, pero claro, un gps no sirve de nada si no sabes interpretarlo, por lo que los primeros 10 minutos los dedicamos a dar vueltas alrededor del coche buscando el sentido de la marcha.
Por fin encaramos el sendero que nos llevaría a la cima de Cueva Valiente, la ruta en si es bastante entretenida pues cruza a través de un pinar y numerosos senderillos, caminos y todos en mayor o menor medida tienen pinta de recorrer la montaña (bendita tecnología satélite). Aunque la ruta en si tampoco tiene gran cosa si que nos encontramos con un par de rampas en las que las cosa se ponía bastante pina, esos momentos en los que la conversación se corta de forma radical y solo se oye el respirar de una manada de búfalos.
En mi defecto debo añadir que, aunque si que me gusta preparar con algo de antelación las salidas esta vez me presenté con una mano delante y otra detrás, sin gafas, sin móvil y sin batería para el gps, pero sobre todo sin fotos, es por ello que solo nos pudimos hacer algunas en la cumbre con el teléfono.
Y entre unas cosas y otras llegamos a la cumbre, las vistas son la caña, las discusiones también, que si eso es la sierra de la panamera, que no que es gredos, que gredos queda detrás, y si gredos queda detrás por donde va el alto del león,…en definitiva que la vista es total en sus 360º, la mujer muerta (aunque se la ve de costado y parece que ha perdido la figura), todo guadarrama con su Peñalara, Bola y la cuerda larga, al fondo la pedriza… vamos, que allí subido estuve a punto de coger en brazos a Boni y elevarlo como Simba, el del rey león, AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH……JUGAÑAAAAAA!!!!!!…
Guadarrama, al fondo Peñalara, Bola, Maliciosa y cuerda larga, muy al fondo La Pedriza.
Vistas a la meseta castellana
Cordal de la Mujer Muerta, a la derecha Montón de Trigo.
Entrañable personaje de los montes del sistema central.
Cima de Cueva Valiente (Meli mejora sutilmente la foto anterior)
Una vez recreados por las vistas nos bajamos al refugio (antiguo bunker de la guerra civil) a devorar viandas y descansar un rato y a contar historias de la guerra.
Como habíamos decidido hacer la ruta circular comenzamos a bajar por la ya tradicional cara B, es decir, la de los machotes, ¡ostia tú que cuesta!, menos mal que en una decisión sin parangón habíamos cargado en el gps la ruta por la subida más tendida, que si bien cierto hay pocas cosas que sean capaces de detener nuestro avance, también es cierto que nos habríamos metido un calentón considerable.
Con esas llegamos a San Rafael, pero ahora… ¿dónde está el coche?, suerte que sin darme cuenta había metido un guaipoint en el gps justo al bajarnos por la mañana, y tan guai estuvo la cosa que el cacharrito nos llevó justo allí, ni que decir tiene que luego nos tomamos unas cañas que, debido a mi torpeza mental no están fotografiadas.